miércoles, 2 de noviembre de 2011

LA INVESTIGACION DE LOS INCENDIOS


LA INVESTIGACION DE LOS INCENDIOS
AUTOR: EDUARDO JOSE LUCIO FRIGERIO es Licenciado en Criminalística egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde también se desempeñó como Profesor Titular de las materias “Criminalística II” y “Técnicas de Investigación Criminal II” y Adjunto de las asignaturas “Criminalística I”, “Técnicas de Investigación Criminal I” y “Accidentología Vial”. Actualmente se desempeña como docente en la Universidad del Salvador y en la Escuela Superior de Gendarmería Nacional “Grl Br. D Juan Maria Calderón”, habiendo desarrollado idénticas funciones en la Escuela de Gendarmería Nacional “Grl. D Martín M de Guemes”, en la Escuela Militar de Oficiales de los Servicios Para Apoyo de Combate (EMOSPAC) del Ejército Argentino, en la Escuela Superior de la Prefectura Naval Argentina y en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Cuyo. Posee 33 años de ejercicio profesional actuando como Perito en los fueros federal, nacional y provinciales en numerosas causas judiciales, muchas de ellas de trascendencia pública.
 CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE INCENDIOS:
El incendio es una combustión viva que se propaga, por efecto de las llamas que produce, destruyendo todos los materiales combustibles que se encuentran a su paso.
El calor desprendido altera incluso materiales incombustibles: el vidrio se funda, el hierro al calentarse pierde su rigidez, llegando a ablandarse a tal extremo que las vigas se deforman, cediendo ante el peso de la mampostería o techados que sostienen, produciéndose derrumbes, etc.
El incendio no solo ocasiones importantes daños materiales sino que es responsable de la pérdida de considerable cantidad de vidas humanas, de donde se deduce la importancia y trascendencia de este tipo de siniestros.
 MECANISMO DE LA COMBUSTION:
La combustión, conforme lo demostrara LAVOISIER en 1787, no es otra cosa que un proceso de oxidación, es decir una reacción mediante la cual un elemento se combina con otro alcanzando un grado de oxidación mayor. Conforme este principio, los materiales intervinientes en una combustión quedarían clasificados en dos grandes grupos: a. Los combustibles que arden y b. Los comburentes que posibilitan esa combustión, siendo el oxígeno del aire el comburente habitual en estos casos.
Los combustibles necesitan para inflamarse y para continuar ardiendo, alcanzar una temperatura óptima, llamada “temperatura de inflamación”, de manera tal que la combustión para iniciarse necesita la conjunción de tres factores:
a. La presencia de un cuerpo o sustancia combustible.
b. La existencia de un comburente (generalmente oxígeno del aire).
c. Una determinada temperatura: la temperatura de inflamación.

Una vez inflamado el cuerpo, si este mantiene una “temperatura de combustión” (temperatura desarrollada mientras el cuerpo se quema), superior o igual a la temperatura de inflamación, continúa ardiendo ya que en caso contrario, es decir si la temperatura de combustión es inferior a la temperatura de inflamación, el cuerpo se apaga extinguiéndose la llama. Del párrafo precedente se deduce que las combustiones son reacciones químicas que se producen con desprendimiento de calor, es decir que son exotérmicas.
Otra condición que debe presentarse para que la combustión se desarrolle es la cantidad de comburente presente en el sistema. Este comburente puede presentarse en cantidad suficiente o no, en relación con la necesaria para que el cuerpo arda. Si la cantidad de comburente se halla en proporción exacta o mayor, conforme con la cantidad y calidad del combustible, este puede arder con llama y producción de luz y calor, hasta consumirse totalmente, combustionándose completamente. Cuando la proporción de comburente es menor que la que el cuerpo necesita, la combustión es defectuosa y se denomina “incompleta”.
En razón de que en el caso que nos ocupa el comburente ha sido el oxígeno presente en el aire, el sistema se encontraba balanceado como para que la combustión se inicie y desarrolle sin impedimentos. Se ha expresado precedentemente que para que el fenómeno se produzca es necesario contar con un combustible y un comburente en condiciones especiales de temperatura. Esta temperatura puede ser alcanzada, según la naturaleza de la combustión, mediante los siguientes factores:
  • Un agente físico, denominado agente calórico.
  • Un catalizador.
  • La acción de microorganismos.
  • Una reacción química exotérmica.
Cuando un cuerpo arde puede hacerlo con o sin producción de llama, produciendo llamas aquellas sustancias en estado gaseoso o las que, sin llegar a serlo, pueden alcanzar este estado en virtud de la temperatura desarrollada o bien las que se descomponen en productos gaseosos combustibles.






 PRINCIPALES CAUSAS ORIGINARIAS DE LOS INCENDIOS:
Los incendios pueden deber su origen a diversas causas, conforme las siguientes categorías:
a. Incendios debidos a causas naturales:
Son los producidos por fenómenos atmosféricos, a saber:
1) Los meteoritos: que al penetrar en la atmósfera y por el rozamiento con el aire alcanzan temperatura de incandescencia pudiendo generar incendios al caer sobre materiales combustibles. Son los causantes de algunos incendios de bosques registrados en diversos lugares.
2) El rayo: mucho más frecuente que el mencionado en el punto precedente, el rayo calcina e inflama los elementos combustibles cuando intercepta materiales susceptibles de arder: paja, heno, madera seca, etc.
3) El sol: por concentración de los rayos solares que pasan a través de elementos refractantes tales como lentes, trozos de vidrio, etc., los que provocan el incremento de la temperatura del material que se encuentra en su “foco” ocasionando su inflamación.
b. Incendios producidos por combustión espontánea:
1) Oxidación: ciertos materiales son susceptibles de oxidarse al contacto con el aire con incremento de temperatura, pero para que esta reacción motive la inflamación de la masa, ésta debe encontrarse en condiciones tales que reciba el suficiente aire como para oxidarla pero no tanto como para difundir el calor generado. Como condición, el material debe encontrarse finamente dividido para permitir una mayor superficie de contacto entre las partículas y el aire. Generalmente son derivados de aceites o grasas animales o vegetales y los carbones.
2) Por causas biológicas: generalmente causadas por sustancias vegetales almacenadas estando todavía húmedas que entran en fermentación debido a la acción de microorganismos, con desprendimiento de calor que a su vez acelera el proceso de fermentación elevándose progresivamente la temperatura hasta alcanzar la óptima para la inflamación de la masa. El proceso es sumamente complejo donde la fermentación bacteriana es seguida de fenómenos químicos de oxidación, alcanzándose así la temperatura de auto inflamación.
Este fenómeno, como se ha expresado, se produce en sustancias vegetales estibadas estando todavía húmedas o “verdes”, como el caso del heno, algodón, paja, estiércol, aserrín, etc.
3) Por contacto con el aire: por reacción química con el oxígeno presente en éste como es el caso del fósforo blanco, o por efecto de la humedad como en el caso de los polvos suspendidos de aluminio, magnesio o cinc.
4) Descomposición espontánea: comparables a las combustiones espontáneas, como el caso de los abonos mixtos compuestos de fosfatos, nitratos y materias orgánicas.
c. Incendios debidos a vicios de construcción o defectos de instalación:
1) Salidas de humo: por defectos de tiraje, sección insuficiente, acumulación de hollín, sobre-calentamiento de los gases de combustión, obturaciones, agrietamientos, etc.
2) Instalaciones eléctricas: para que una instalación eléctrica se halle encuadrada dentro de las normas o códigos vigentes, reglamentadas oficialmente, debe ser realizada con todo los detalles de cálculo de resistencia, intensidad, tensión, etc., determinando perfectamente los materiales a emplear, tales como conductores y aislantes, dotándola de “cortacircuitos”, disyuntores u otros implementos tendientes a evitar que se produzcan cortocircuitos por cualquier causa, tales como tensión sobre elevada, contacto accidental, rupturas de lámparas, recalentamiento de conductores, sobrecargas, etc.
Estas condiciones deben ser complementadas con conexiones correctas, la perfecta instalación de interruptores, empleo adecuado de materiales de instalación y contacto, correcto cálculo de sección de conductores, en relación con la tensión e intensidad instalada, como así también la resistencia de los fusibles.
Debe tenerse especialmente en cuenta que el paso de corriente eléctrica por un conductor va acompañado, por el llamado “efecto Joule”, por un calentamiento de éste. Si ese calentamiento supera los cálculos efectuados se producirá un incremento de la resistencia del conductor y, como consecuencia, un incremento aún mayor de la temperatura del mismo. En otras palabras diremos que todos los cuerpos, aun los mejores conductores, ofrecen resistencia al paso de la corriente eléctrica, resistencia que puede ser analógicamente comparada al rozamiento que se produce entre el agua y las paredes de la tubería por donde ésta circula, manifestándose mediante una disminución de la presión. Algo similar ocurre al paso de una corriente eléctrica por un conductor, notándose una caída de tensión en el sentido de la corriente. Por otra parte, al igual que en el rozamiento, la circulación eléctrica, ocasiona una elevación de la temperatura del conductor.
La resistencia de un conductor eléctrico depende de su naturaleza, su longitud y su sección y conociendo la resistencia específica o resistividad del elemento conductor, es factible calcular la resistencia de este en razón de que la misma es directamente proporcional a su longitud e inversamente proporcional a su sección. Esta resistencia aumenta con la temperatura, lo que, como ya se expresara, provocará un aumento aun mayor de esta última, llegando incluso a producir el reblandecimiento de los aislantes con el consiguiente cortocircuito.
Otra causa de inconvenientes en el sistema eléctrico está dado por los empalmes deficitarios que provocan la formación de arcos voltaicos entre las terminales llegando incluso a inflamar los aislantes, pinturas, maderas, y otros elementos combustibles a su alcance.
d. Incendios accidentales:
Este tipo de siniestros es debido a causas fortuitas e imprevisibles, tales como la inflamación de productos volátiles durante su manipuleo o uso, el uso de lámparas o bujías de sebo (vela) para iluminación, el ocasional uso de fuegos artificiales, disparo de armas de fuego, etc.
e. Incendios intencionales
Son aquellos provocados mediante el empleo de sustancias combustibles o dispositivos incendiarios con fines dolosos, que provocan desprendimiento de llama o calor que se propaga a los objetos próximos, los que se inflaman a su vez, generalizando el incendio. En estos casos es característico la presencia de un dispositivo de encendido el que puede o no desaparecer con el fuego.

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