miércoles, 2 de noviembre de 2011

LA INVESTIGACION DE LOS INCENDIOS PARTE II


LA INVESTIGACION DE LOS INCENDIOS

3. CLASIFICACION DE LOS INCENDIOS:
Los incendios se clasifican en dos grandes grupos, conforme las causas que los determinan, las que surgen de la comprobación o no de los fenómenos que motivaron su origen, a saber:
a. HIPOTETICO: Son aquellos en los que, de la inspección ocular del lugar del hecho, de las declaraciones de los testigos, y de todo otro aspecto que se le relacione, no es factible llegar a la  comprobación de su gestación. Los incendios calificados como hipotéticos se subclasifican en:
1) Hipotético accidental: Serán así conceptuados todos los incendios que permitan por los indicios o informes logrados, verter conjeturas que los desvinculen de un hecho intencional o doloso. Estos siniestros deberán ser a su vez divididos en:
a) Hipotético accidental previsible o culposo: Cuando las presunciones a las que se arribe, determinen la presencia de inobservancia, descuido, negligencia, impericia o imprudencia, siendo consecuencia de un accidente susceptible de evitar.
b) Hipotético accidental imprevisible: Será aquel cuya casa dependa de un acontecimiento fatal, cuando se enfrentan accidentes propiamente dichos, casuales y donde no rezan las leyes de la experiencia o de la voluntad.
2) Hipotético dudoso: Se considerarán dentro de esta clasificación los casos en que no se puedan comprobar indicios que permitan establecer una hipótesis o bien aquellos de cuyo estudio surjan juicios contradictorios o que no satisfagan al investigador. Son los que dan lugar a varias conjeturas respecto de la causa que produjo el siniestro.
3) Hipotético sospechoso: Así determinados cuando, reunidas las contradicciones mencionadas en el punto precedente, a ellos se suma el hallazgo de elementos ajenos a la actividad que se desarrolla normalmente en el lugar o algún otro detalle que pudiera favorecer la gestión y posterior desarrollo del fuego, y que pudiese llegar a ser utilizado en la ejecución de un hecho intencional, tales como corrientes de aire anómalas, acondicionamiento irregular de mercaderías, existencia de materiales de reacción exotérmica o factibles de desprender gases o vapores inflamables, etc.
4) Hipotético intencional: Se denominan así los casos en que concurren indicios fundados y elocuentes que conllevan implícitamente la posibilidad de haberse atentado por el fuego. Pertenecen a esta clasificación los incendios que reúnen las características del sospechoso sumado al detalle cuya consideración induzca a presumir una intención dolosa.
b. Determinados: Son aquellos en los que las pruebas acumuladas permiten llegar a la comprobación de las causas. Los incendios determinados se clasifican a su vez en:
1) Determinados accidentales: Son aquí válidas las consideraciones efectuadas en el caso del “hipotético accidental”, con la diferencia de que ya no se presume sino que los elementos de juicio permiten afirmar tal razonamiento. En razón de que no todo lo accidental es imprevisible, es necesario subclasifican este tipo de siniestros en:
a) Determinado accidental previsible o culposo: Cuando la comprobación efectuada permita aseverar que la causa determinante se debió a un hecho que pudo ser previsto o evitado.
b) Determinado accidental imprevisible: Cuando los factores concurrentes corresponden al grupo de los acontecimientos fatales, sin posibilidad de previsión.
2) Determinado intencional: Son aquellos cuyas causas se deban a un acto volitivo criminal, acto doloso que persigue la intención de beneficiarse o dañar a través del fuego. Se encuadran en esta clasificación también aquellos hechos, producto de la actividad de individuos con alteraciones psicopatológicas (piromaníacos). Un incendio debe considerarse determinado intencional sólo cuando haya podido establecerse indudablemente, que el mismo ha sido provocado deliberadamente.


 LOS ESTUDIOS TECNICOS A EFECTUAR EN PERICIAS DE INCENDIOS:
En la investigación técnico-forense a llevar a cabo en casos de incendios, el perito cuenta con dos vías importantes de información que le aportarán las datos necesarios como para arribar a conclusiones de importancia para la resolución del problema planteado: Los testimonios que le aporten información relacionada con el desarrollo del fuego y las comprobaciones efectuadas en el lugar del hecho, en forma posterior al incendio.
1. El desarrollo del incendio:
Durante esta parte de la investigación se evaluarán los testimonios recogidos por la autoridad que haya intervenido en el primer momento, ya sea provenientes de testigos ocasionales o bien del personal afectado a la tarea de extinción (Bomberos, policías, etc.), de donde surgirán datos tales como :
a. El color de la llama, la cantidad, densidad y color de los humos y el olor en el lugar del hecho:
El color de la llama y de los humos varía en función de la calidad y cantidad de las sustancias en combustión, siendo de estos datos, los más interesantes para la investigación pericial, los verificados en el momento de declararse el incendio ya que luego, al propagarse el fuego a otros sectores y tomar contacto con otros materiales, esos indicios pueden sufrir variaciones. Los indicios de este tipo observados en primera instancia pueden darnos una indicación de las sustancias existentes en el foco del incendio e incluso permitir establecer por este método la cantidad de focos presentes.
A modo de ejemplo podemos indicar que los humos blancos pueden proceder de sustancias ricas en agua, ya sea por la naturaleza de su composición química o por la humedad que poseen. El humo negro es en principio indicio de combustión incompleta de sustancias ricas en carbono (Ej.: sustancias orgánicas, cauchos, materiales plásticos, etc.). Si este humo negro es acompañado por llamas de considerable magnitud y de color rojo-anaranjado, puede pensarse en la presencia de líquidos altamente combustible, tales como bencina, nafta, kerosene, etc. Los humos de color pardo pueden indicar la presencia de la formación de vapores rutilantes producto de la descomposición de sustancias nitrosas, tales como celuloide, lacas piroxiladas, textiles nitrocelulósicos, etc.
La dimensión (altura) de las llamas estará en relación con la ventilación (aporte de oxígeno a través de las corrientes de aire), mientras que el color variará con la temperatura alcanzada por la fuente térmica, incidiendo también el tipo de sustancias que se queman, las que pueden impartir a la llama un color característico.Los combustibles líquidos, tales como el alcohol, nafta, solventes industriales, etc. se manifiestan por el olor particular que se desprende durante el incendio y que persiste aún después de él.

b. El desarrollo del incendio:
Los testimonios referidos a este aspecto tendrán también particular interés ya que podrán indicar si el incendio se ha desarrollado con rapidez o violencia inusitada, la que puede no ser compatible con el tipo de materiales que compone el inmueble o con las mercaderías o elementos almacenados en él. Las personas encargadas de la tarea de extinción podrán aportar datos tales como temperaturas alcanzadas, dificultades para proceder a la extinción, sentido de propagación del fuego y determinación de la ubicación del o de los focos de fuego y en este último caso si la multiplicidad de focos tiene una explicación lógica de acuerdo al origen y tipo de sustancias afectadas.

2. La inspección técnica después del incendio:
Información de trascendente importancia se extraerá de la inspección ocular que debe llevar a cabo en el lugar de los hechos el personal técnico especialmente capacitado para este tipo de tareas. Se hace necesario conocer las condiciones y disposición original del local afectado, sus características e instalaciones y comprobar a través del estudio del lugar, las alteraciones o modificaciones causadas por el fuego. En concreto, la inspección ocular tiende a reconstruir el lugar del suceso con indicación de particularidades tales como distribución de muebles, máquinas y otros efectos; característica y localización de instalaciones eléctricas, de gas natural y todo otro detalle que haya estado presente originariamente en el lugar afectado.

El experto debe tener en cuenta la movilización de objetos que pueda haber efectuado el personal destinado a las tareas de extinción y la remoción de escombros o restos que se pueda haber efectuado inmediatamente después de apagado el incendio, razón por la cual es de gran importancia la participación en la inspección ocular del funcionario a cargo de la brigada de extinción y de los moradores, cuidadores o encargados del lugar afectado por el fuego.

La determinación de la cantidad y calidad de efectos o mercaderías, su mayor o menor susceptibilidad a entrar en combustión, la posibilidad de que generen combustión espontánea, etc. son fundamentales para el técnico a cargo de la investigación, como lo es también el acabado conocimiento de las características de las instalaciones presentes en el lugar, ya que permitirán efectuar apreciaciones relacionadas con la evolución lógica del fuego, su propagación acorde a la disposición de los efectos presentes, corrientes de aire, etc.


El experto deberá adoptar las medidas para documentar adecuadamente el lugar del hecho mediante la obtención de las placas fotográficas necesarias y la confección de los croquis plan
o
y altimétricos necesarios para objetivizar la evolución del fuego y determinar las zonas afectadas.

3. Determinación del origen del fuego:


Esta tarea representa la determinación del lugar donde se inició la combustión, lo que es fundamental para concluir sobre las causa del mismo, ya que ello permite circunscribir la búsqueda de la causa a un sector determinado, eliminando así probables factores de error que obstaculicen la investigación.Es en este sector, denominado “FOCO DEL INCENDIO”, donde debo buscar, localizar e identificar el agente determinante del inicio del fuego. La presencia de más de un “foco” indicará primariamente la posibilidad de un incendio intencional.


4. Determinación de las causas del fuego:


De la inspección ocular y del análisis de las declaraciones de testigos y del personal afectado las tareas de extinción surgirán los factores que pudieron actuar como desencadenante del siniestro, permitiendo asimismo efectuar la tipificación del hecho conforme a su origen y de acuerdo a la clasificación que de estos se hiciese precedentemente.

Para llevar a cabo esta tarea el perito debe basarse en la información extraída de la totalidad de las diligencias, estudios, ensayos, experiencias y otras prácticas llevas a cabo con tal finalidad, cuyos datos deben ser agrupados, clasificados, ordenados y convenientemente analizados, derivando de ellos las circunstancias que dieran lugar a la iniciación del siniestro, a su propagación y a las consecuencias del mismo.

De estos estudios no solo surgirá el motivo de iniciación del fuego sino también las circunstancia que pudieran haber motivado su propagación y dificultar su extinción, tales como deficiencias de construcción, uso de materiales inadecuados, ausencia de salidas de emergencias en salas destinadas a albergar gran cantidad de persona, ausencia de medios adecuados de alarmas y extinción, antecedentes todos ellos que pudieron haber contribuido a las consecuencias del hecho y que permitirá deslindar o precisar responsabilidades penales y civiles por los daños y perjuicios ocasionados por el siniestro.



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