LA INVESTIGACION DE LOS INCENDIOS
3. CLASIFICACION DE LOS INCENDIOS:
Los incendios se clasifican en dos grandes grupos,
conforme las causas que los determinan, las que surgen de la comprobación o no
de los fenómenos que motivaron su origen, a saber:
a. HIPOTETICO: Son
aquellos en los que, de la inspección ocular del lugar del hecho, de las
declaraciones de los testigos,
y de todo otro aspecto que se le relacione,
no es factible llegar a la comprobación de su gestación. Los incendios
calificados como hipotéticos se subclasifican en:
1) Hipotético accidental: Serán
así conceptuados todos los incendios que permitan por los indicios o informes
logrados, verter conjeturas que los desvinculen de un hecho intencional o
doloso. Estos siniestros deberán ser a su vez divididos en:
a) Hipotético accidental previsible o
culposo: Cuando las presunciones a las que se arribe,
determinen la presencia de inobservancia, descuido, negligencia, impericia
o imprudencia,
siendo consecuencia de un accidente susceptible de evitar.
b) Hipotético accidental imprevisible: Será
aquel cuya casa dependa de un acontecimiento fatal, cuando se enfrentan
accidentes propiamente dichos, casuales y donde no rezan las leyes de la
experiencia o de la voluntad.
2) Hipotético dudoso: Se
considerarán dentro de esta clasificación los casos en que no se puedan
comprobar indicios que permitan establecer una hipótesis o bien aquellos de
cuyo estudio surjan juicios contradictorios o que no satisfagan al investigador.
Son los que dan lugar a varias conjeturas respecto de la causa que produjo el
siniestro.
3) Hipotético sospechoso: Así
determinados cuando, reunidas las contradicciones mencionadas en el punto
precedente, a ellos se suma el hallazgo de elementos ajenos a la actividad que
se desarrolla normalmente en el lugar o algún otro detalle que pudiera
favorecer la gestión y posterior desarrollo del fuego, y que pudiese llegar a
ser utilizado en la ejecución de un hecho intencional, tales como corrientes de
aire anómalas, acondicionamiento irregular de mercaderías, existencia de
materiales de reacción exotérmica o factibles de desprender gases o vapores
inflamables, etc.
4) Hipotético intencional: Se
denominan así los casos en que concurren indicios fundados y elocuentes que
conllevan implícitamente la posibilidad de haberse atentado por el fuego.
Pertenecen a esta clasificación los incendios que reúnen las características
del sospechoso sumado al detalle cuya consideración induzca a presumir una
intención dolosa.
b. Determinados: Son
aquellos en los que las pruebas acumuladas permiten llegar a la comprobación de
las causas. Los incendios determinados se clasifican a su vez en:
1) Determinados accidentales: Son
aquí válidas las consideraciones efectuadas en el caso del “hipotético
accidental”, con la diferencia de que ya no se presume sino que los elementos
de juicio permiten afirmar tal razonamiento. En razón de que no todo lo
accidental es imprevisible, es necesario subclasifican este tipo de siniestros
en:
a) Determinado accidental previsible o
culposo: Cuando la comprobación efectuada permita
aseverar que la causa determinante se debió a un hecho que pudo ser previsto o
evitado.
b) Determinado accidental imprevisible: Cuando
los factores concurrentes corresponden al grupo de los acontecimientos fatales,
sin posibilidad de previsión.
2) Determinado intencional: Son
aquellos cuyas causas se deban a un acto volitivo
criminal, acto doloso que persigue la intención de beneficiarse o dañar a
través del fuego. Se encuadran en esta clasificación también aquellos hechos,
producto de la actividad de individuos con
alteraciones psicopatológicas (piromaníacos). Un incendio debe considerarse
determinado intencional sólo cuando haya podido establecerse indudablemente,
que el mismo ha sido provocado deliberadamente.
LOS ESTUDIOS TECNICOS A EFECTUAR EN
PERICIAS DE INCENDIOS:
En la investigación técnico-forense a llevar a cabo
en casos de incendios, el perito cuenta con dos vías importantes de información
que le aportarán las datos necesarios como para arribar a conclusiones de
importancia para la resolución del problema planteado: Los testimonios que le
aporten información relacionada con el desarrollo del fuego y las
comprobaciones efectuadas en el lugar del hecho, en forma posterior al
incendio.
1. El desarrollo del incendio:
Durante esta parte de la investigación se evaluarán
los testimonios recogidos por la autoridad que haya intervenido en el primer
momento, ya sea provenientes de testigos ocasionales o bien del personal
afectado a la tarea de extinción (Bomberos, policías, etc.), de donde surgirán
datos tales como :
a. El color de la llama, la cantidad,
densidad y color de los humos y el olor en el lugar del hecho:
El color de la llama y de los humos varía en
función de la calidad y cantidad de las sustancias en combustión, siendo de
estos datos, los más interesantes para la investigación pericial, los
verificados en el momento de declararse el incendio ya que luego, al propagarse
el fuego a otros sectores y tomar contacto con otros materiales, esos indicios
pueden sufrir variaciones. Los indicios de este tipo observados en
primera instancia pueden
darnos una indicación de las sustancias existentes en el foco del incendio e
incluso permitir establecer por este método la cantidad de focos presentes.
A modo de ejemplo podemos indicar que los humos
blancos pueden proceder de sustancias ricas en agua, ya sea por la naturaleza
de su composición química o por la humedad que poseen. El humo negro es en
principio indicio de combustión incompleta de sustancias ricas en carbono (Ej.:
sustancias orgánicas, cauchos, materiales plásticos, etc.). Si este humo negro
es acompañado por llamas de considerable magnitud y de color rojo-anaranjado,
puede pensarse en la presencia de líquidos altamente combustible, tales como
bencina, nafta, kerosene, etc. Los humos de color pardo pueden indicar la
presencia de la formación de vapores rutilantes producto de la descomposición
de sustancias nitrosas, tales como celuloide, lacas piroxiladas, textiles
nitrocelulósicos, etc.
La dimensión (altura) de las llamas estará en
relación con la ventilación (aporte de oxígeno a través de las corrientes de
aire), mientras que el color variará con la temperatura alcanzada por la fuente
térmica, incidiendo también el tipo de sustancias que se queman, las que pueden
impartir a la llama un color característico.Los combustibles líquidos, tales
como el alcohol, nafta, solventes industriales, etc. se manifiestan por el olor
particular que se desprende durante el incendio y que persiste aún después de
él.
b. El desarrollo del incendio:
Los testimonios referidos a este aspecto tendrán
también particular interés ya
que podrán indicar si el incendio se ha desarrollado con rapidez o violencia
inusitada, la que puede no ser compatible con el tipo de materiales que compone
el inmueble o con las mercaderías o elementos almacenados en él. Las personas encargadas
de la tarea de extinción podrán aportar datos tales como temperaturas
alcanzadas, dificultades para proceder a la extinción, sentido de propagación
del fuego y determinación de la ubicación del o de los focos de fuego y en este
último caso si la multiplicidad de focos tiene una explicación lógica de
acuerdo al origen y tipo de sustancias afectadas.
2. La inspección técnica después del
incendio:
Información de trascendente importancia se extraerá
de la inspección ocular que debe llevar a cabo en el lugar de los hechos el personal
técnico especialmente capacitado para este tipo de tareas. Se hace necesario
conocer las condiciones y disposición original del local afectado, sus
características e instalaciones y comprobar a través del estudio del lugar, las
alteraciones o modificaciones causadas por el fuego. En concreto, la inspección
ocular tiende a reconstruir el lugar del suceso con indicación de
particularidades tales como distribución de muebles, máquinas y otros efectos;
característica y localización de instalaciones eléctricas, de gas natural y
todo otro detalle que haya estado presente originariamente en el lugar
afectado.
El experto debe tener en cuenta la movilización de objetos que pueda haber efectuado el personal destinado a las tareas de extinción y la remoción de escombros o restos que se pueda haber efectuado inmediatamente después de apagado el incendio, razón por la cual es de gran importancia la participación en la inspección ocular del funcionario a cargo de la brigada de extinción y de los moradores, cuidadores o encargados del lugar afectado por el fuego.
La determinación de la cantidad y calidad de efectos o mercaderías, su mayor o menor susceptibilidad a entrar en combustión, la posibilidad de que generen combustión espontánea, etc. son fundamentales para el técnico a cargo de la investigación, como lo es también el acabado conocimiento de las características de las instalaciones presentes en el lugar, ya que permitirán efectuar apreciaciones relacionadas con la evolución lógica del fuego, su propagación acorde a la disposición de los efectos presentes, corrientes de aire, etc.
El experto deberá adoptar las medidas para documentar adecuadamente el lugar del hecho mediante la obtención de las placas fotográficas necesarias y la confección de los croquis plan
o
y altimétricos necesarios para objetivizar la evolución del fuego y determinar las zonas afectadas.
3. Determinación del origen del fuego:
Esta tarea representa la determinación del lugar donde se inició la combustión, lo que es fundamental para concluir sobre las causa del mismo, ya que ello permite circunscribir la búsqueda de la causa a un sector determinado, eliminando así probables factores de error que obstaculicen la investigación.Es en este sector, denominado “FOCO DEL INCENDIO”, donde debo buscar, localizar e identificar el agente determinante del inicio del fuego. La presencia de más de un “foco” indicará primariamente la posibilidad de un incendio intencional.
4. Determinación de las causas del fuego:
De la inspección ocular y del análisis de las declaraciones de testigos y del personal afectado las tareas de extinción surgirán los factores que pudieron actuar como desencadenante del siniestro, permitiendo asimismo efectuar la tipificación del hecho conforme a su origen y de acuerdo a la clasificación que de estos se hiciese precedentemente.
Para llevar a cabo esta tarea el perito debe basarse en la información extraída de la totalidad de las diligencias, estudios, ensayos, experiencias y otras prácticas llevas a cabo con tal finalidad, cuyos datos deben ser agrupados, clasificados, ordenados y convenientemente analizados, derivando de ellos las circunstancias que dieran lugar a la iniciación del siniestro, a su propagación y a las consecuencias del mismo.
De estos estudios no solo surgirá el motivo de iniciación del fuego sino también las circunstancia que pudieran haber motivado su propagación y dificultar su extinción, tales como deficiencias de construcción, uso de materiales inadecuados, ausencia de salidas de emergencias en salas destinadas a albergar gran cantidad de persona, ausencia de medios adecuados de alarmas y extinción, antecedentes todos ellos que pudieron haber contribuido a las consecuencias del hecho y que permitirá deslindar o precisar responsabilidades penales y civiles por los daños y perjuicios ocasionados por el siniestro.
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